No es, para nada, una cuestión menor. Más bien al contrario, con la organización del mueble de baño se consigue optimizar el espacio al máximo y generar una sensación de orden en la habitación mucho mayor. Dicho en otras palabras: cuantos más elementos se puedan guardar en el mueble, menos quedarán a la vista y ocupando espacio en las superficies. Gracias a ello se gana en ligereza visual. Y gracias a ello, también, encontrarás siempre y fácilmente aquello que buscas en cada momento, sin necesidad de encomendarte a medio santoral para dar con la cuchilla de afeitar, la lima de uñas o el pintalabios pertinente.
En este sentido, es muy importante la elección del mueble de baño. De sus características dependerá la optimización del almacenaje y su organización. Por ejemplo, Gala cuenta con una amplia gama de muebles de baño con cajones de gran capacidad. Esto permite mantener ocultos incluso objetos de gran tamaño.
Inspírate en el mueble Emma Square:
Con unas dimensiones de 120×45 cm, este mueble es fantástico para mantener el orden en el baño, ya que incorpora dos cajones de gran capacidad (el inferior de mayor profundidad) y cuenta con espacio de encimera para tener a mano los útiles de diario.
Pero, ¿cómo organizar el mueble de baño? Una buena idea es, por ejemplo, utilizar el cajón inferior para colocar las toallas (por cierto, si se guardan enrolladas en lugar de dobladas en plano es más fácil que quepan más en el cajón) y útiles más grandes, como botes de jabón de tamaño familiar, secador de pelo, etcétera. De esta forma, además, quedará completamente libre el cajón superior para guardar los objetos más pequeños y de uso diario: desde peines y pasta de dientes hasta productos de belleza.
Divide y vencerás
La compartimentación es, además, un truco infalible en la organización del mueble. El mueble Emma de Gala (imagen inferior), por ejemplo, cuenta con un cajón interior ya compartimentado, muy útil para distribuir diferentes tipos de objetos pequeños. De la misma forma, una buena idea es introducir separadores o cestas —eso sí, mejor cuadradas y todas del mismo tamaño, para evitar espacios “muertos” entre ellas— en los cajones, que permitan organizar por tipologías los objetos ¡mucho más fácil a la hora de buscar uno en concreto y más difícil que a la larga se desordene el cajón!
Otra buena idea pasa por elegir un mueble de baño a suelo. De esta forma, contarás con más cajones para aprovechar el almacenamiento. Y, hoy en día, este tipo de muebles no tienen nada que envidiar en cuanto a diseño a los muebles suspendidos. Fíjate, si no te lo crees, en estos modelos de Gala, Ágata y Jade, respectivamente:
La columna: aliada infalible
Por último, el mueble de baño tiene su complemento idóneo en la columna de baño. De una o dos puertas, su interior suele estar dividido en baldas a diferentes alturas, que resultan especialmente útiles para la organización de botes. Y es que, aunque estos pueden almacenarse en los cajones del mueble, serán mucho más fáciles de identificar y alcanzar si se ven frontalmente.