Está en todas nuestras casas como un elemento imprescindible del baño y, sin embargo, pocas veces le prestamos atención. Pero los espejos para el baño no solo funcionan como un elemento decisivo de la decoración, también son capaces, por ejemplo, de aportar sensación de amplitud al espacio. Por eso, hoy te damos algunos consejos para acertar en la elección del espejo y en su colocación en el baño.
Forma y tamaño de los espejos para baño
En primer lugar, antes de buscar un espejo para el baño, hay que considerar la forma que se ajusta mejor a cada baño.
Los espejos redondos son perfectos para dar un toque romántico al interiorismo si se eligen con un marco decoartivo, mientras que sin marco aportarán un look muy sesentero al baño. Eso sí, ten en cuenta que el espejo es también una poderosa herramienta para jugar con los volúmenes y las dimensiones y, mientras que las formas cuadradas y rectangulares ayudan a estilizar y crear ambientes amplios, los espejos redondos y ovalados tienen un sentido más ornamental que ocupa el espacio visualmente. Apuesta por ellos solo en espacios abiertos o baños grandes.
Los espejos cuadrados, por su parte, casan especialmente bien en baños con muebles suspendidos, sea cual sea su estilo, tal y como se ve en las imágenes a continuación. En la primera, el espejo y el mueble Veo crean un conjunto muy moderno, perfecto para baños juveniles, mientras que en la segunda el conjunto de mueble y espejo Emma Square forman un look mucho más clásico e igualmente perfecto.
Lo más habitual, no obstante, es optar por espejos rectangulares. No es causalidad. Son muy cómodos y, probablemente, la opción más versátil.
A este respecto, su colocación tiene mucho que ver con el objetivo que se busque. Por ejemplo, en baños estrechos, una posición vertical dejará más espacio libre en los laterales, ayudando a dar mayor sensación de amplitud:
El espejo de la imagen superior es el modelo Klea, de Gala.
El mismo espejo, colocado horizontalmente, cambia por completo el estilo del baño, tal y como vemos en esta otra imagen:
En este caso, la línea de luces led recuerda a los espejos de los camerinos clásicos, dando al interiorismo un aspecto muy sofisticado y llevándose el protagonismo de un baño que, de otra forma, destacaría por su sobriedad.
Finalmente, apuesta por espejos alargados para acompañar a lavabos de doble cubeta, como el modelo Flex de Gala (en la fotografía inferior). En este caso, además, la luminaria aporta un plus de sofisticación muy en línea con el resto de la decoración.
Colocación de los espejos para el baño
Lo más común es que el espejo se cuelgue directamente de la pared, justo encima del lavabo. En este caso, lo fundamental es centrarse en la altura a la que se debe colocar. Si bien es cierto que la distancia del lavabo y el espejo variará del tamaño total del espejo, se considera que la parte superior del espejo ha de quedar a una altura de 2 metros desde el suelo. De esta forma, garantizaremos que cualquier persona pueda verse con comodidad en él.
El espejo de la imagen anterior es el modelo Ágata de Gala, una pieza que destaca por su modernísimo diseño, con iluminación led integrada y cierto aire vintage.
Pero el espejo no solo se cuelga. Cada vez es más común apoyar el espejo del baño sobre la encimera.
Esta estancia adquiere un estilo informal y joven al mantener los espejos para el baño apoyados tras los lavabos sobre-encimera. Una solución muy llamativa que, de una forma muy sencilla, da una nueva vida a un baño tradicional.
Otro recurso, en la misma línea, es colocar el espejo sobre la encimera, pero separándolo del lavabo. Una propuesta muy actual y que resulta igualmente cómoda para su uso diario: