¡Nos gustan los cementos! Ni más, ni menos. Y estamos seguros de que, en cuanto termines este artículo, tú también serás un enamorado de las cerámicas con acabado cementoso. Así que abre tu mente y déjate inspirar…
1 Favorece la continuidad del espacio
Tanto si se trata de unificar un interiorismo de inspiración urbana o industrial para el hogar, como si hablamos de un gran espacio abierto (como el comercio de la segunda fotografía), la cerámica con acabado cementoso es perfecta. Permite uniformar el ambiente sin que resulte aburrido, ya que generalmente este tipo de cerámica cuenta con un acabado texturizado, muy atractivo visualmente. Y, tal como has visto en los ejemplos anteriores, con los modelos Chicago y Oslo de Gala, respectivamente, ¡es ideal para revestimiento y pavimento!
2 Ayuda a actualizar ambientes
Una decoración rústica en combinación con un revestimiento inspirado en el cemento. El resultado es fantástico, mira:
Este baño adquiere un carácter muy moderno gracias al revestimiento Laponia. Con un acabado desgastado y destonificado que, aunque tiene una base pétrea, visualmente ofrece un resultado muy similar al de un cemento, se consigue resaltar la belleza natural de la madera rústica del mobiliario y las ventanas. ¡Una combinación de 10! Y, sin duda, muy fácilmente copiable también con cerámicas con acabado cementoso.
3 Es muy versátil
Las posibilidades de combinación y complementariedad del cemento son tan amplias, que se integra a la perfección en casi cualquier interiorismo.
Desde un elegantísimo salón comedor, como este ambiente donde el pavimento es el porcelánico Berlín de Gala:
Hasta una oficina de marcado carácter industrial, como el que aporta Estocolmo visón:
La clave es, siempre, elegir un modelo que mantenga la línea que se quiere dar al interiorismo: con un acabado depurado, como en la primera fotografía, Berlín es perfecto para ambientes de corte minimalista o donde se busca la elegancia; mientras que Estocolmo, con un marcado efecto frame en el borde, refuerza el carácter industrial del espacio.
4 Admite multitud de acabados y matices
Con un tono más o menos marcado, con efecto frame o con influencia de otros materiales, los matices de la cerámica con acabado cementoso son tantos que es imposible que no encuentres un modelo que encaje con tu personalidad —o la de tu casa—.
¿Qué tal, por ejemplo, decantarte por una cerámica con toda la fuerza del cemento y las marcas del tiempo propias del hierro?
Es una de las propuestas más novedosas de Gala, Ferrum, y es ideal para interiorismos tipo loft o, incluso, para dar notoriedad a ambientes soft, como el de la fotografía superior.
¿Y qué te parece esta otra propuesta?
A medio camino entre la textura del cemento y la de la piedra, Moscú es un modelo muy adecuado para ambientes delicados o en los que se necesita un extra de calidez, como el baño. Y, como ves, es apto tanto para pavimento como para revestimiento.
5 Tantas combinaciones como quieras
La versatilidad de este tipo de cerámica, de la que ya hemos hablado, abre magníficas opciones de combinación. Quizás, a priori, no pensarías en una cerámica con acabado cementoso para un baño sofisticado, con una elegante bañera exenta y un revestimiento con marcado carácter ornamental, pero echa un vistazo:
Perfecto, ¿verdad? El pavimento Estocolmo es la base ideal en este baño, donde el protagonismo está reservado al revestimiento Baltik y la bañera Ópera. Y es que esta es una de las ventajas de la cerámica con acabado cementoso: su capacidad para integrarse en los ambientes más exigentes.
El mismo modelo, Estocolmo, empleado también como pavimento pero en otro color, es capaz de levantar un interiorismo completamente diferente, urbano y muy actual: