Ahora que el frío ha llegado para quedarse y estamos a punto de inaugurar la temporada de esquí, es el momento de dar los últimos retoques a tu casa en la montaña para convertirla en el espacio cálido y acogedor en el que querrás pasar todos los fines de semana de los próximos meses.
El estilo rústico, un clásico que nunca pasa de moda, es uno de los que mejor representa esa sensación hogareña y de calidez que buscamos a la hora de decorar una casa de campo, así que aquí van unas sencillas recomendaciones para darle todo el sentido a tu casa rústica.
1. Apuesta por materiales nobles. La madera, la piedra y el metal, por separado y en combinación, son siempre una apuesta segura. Aportan naturalidad y dan el toque tradicional que se espera en una casa rústica.
2. Viste la cocina con mosaicos. Si hay algo con lo que lograrás trasladarte directamente a la cocina de tu abuela y evocar las mejores Navidades de tu niñez, son los revestimientos de aspecto vintage. Las cerámicas de la colección Bari, de Gala, ofrecen un exclusivo diseño que combina motivos florales y formas geométricas con un aire muy tradicional. Este modelo está disponible en tonos beige o en multicolor.
Y si quieres dar un toque distintivo y chic a tu cocina, puedes pintar en tonos blancos y beige los muebles y estanterías de madera lijándolos después para dar un aspecto envejecido.
3. Tu mejor aliado es la madera. Madera en las ventanas, en el mobiliario y hasta en el baño. Es el material más presente en el estilo rústico, por eso no tengas miedo a la hora de combinar distintos tipos de madera y, mucho menos, de combinarla con otros materiales. Los sanitarios Noble de Gala aúnan la calidez y naturalidad de la madera de nogal con la elegancia de la cerámica blanca en un diseño clásico donde predominan las formas redondeadas.
Si quieres dar un paso más, puedes apostar por cerámicas con acabado madera, como Irati, Sabana o Tahoe, ¡toda la naturalidad y delicadeza de un suelo de madera con las facilidades de conservación y limpieza de la cerámica!
4. Los colores, en tonos cálidos y naturales. Deja a un lado colores vivos como el rojo, el amarillo o los azules, así como otras combinaciones muy presentes en casas actuales como el black&white. Los ambientes rústicos se consiguen siguiendo los tonos propios de la naturaleza: rojizos, ocres, grises, verdes… En este sentido, en la cerámica Siena encontrarás un gran aliado para los suelos: este porcelánico esmaltado está disponible en colores ocre y perla, y existe la posibilidad de incluir insertos con estampados inspirados en antiguas baldosas hidráulicas, lo que permite crear espacios completamente personalizados.
5. Los detalles importan. Todos los elementos del hogar son importantes, desde los más llamativos hasta los que pueden pasar desapercibidos a simple vista. No obstante, armonizar el estilo significa prestar atención también a los pequeños detalles, como la grifería. Al respecto, la colección Grecia de Gala encaja muy bien en casas rústicas y su combinación con la cerámica Siena, como vemos en la imagen anterior, es perfecta.
6. Ten en cuenta la importancia de los textiles. Las telas cumplen una labor muy importante a la hora de vestir un hogar y, en el caso de las casas rústicas, son la guinda para lograr ese aire cálido y acogedor que caracteriza a este estilo decorativo. Incorpora cortinas, cojines y alfombras y el cambio será notable. Los colores suaves y los tejidos naturales como el algodón encajan perfectamente en estos ambientes.
7. En el exterior, la misma línea. Los exteriores de la casa deben ir en consonancia con todo lo demás, por eso es importante apostar por colores naturales y cálidos, como en el resto de las estancias. En este sentido, los tonos rojizos son siempre una garantía. Si, además, la casa se encuentra en una zona donde las lluvias son habituales, es importante que el pavimento sea antideslizante.
Las cerámicas planas Treviso y Parma cumplen ambas características y, la primera, dispone también de una malla en forma de colmena para dar un toque más moderno y diferencial a la terraza.